AUTOCONSUMO

Hoy por hoy ya es posible generar electricidad y consumirla incluso legalizando la instalación. 
¿Qué tenemos que tener en cuenta para una instalación de autoconsumo?

La intención es consumir casi 0 kWh, y los excedentes no venderlos a la red para ello hay que conocer los consumos mediante un pequeño estudio en función de un histórico de consumos o hacer mediciones.

Con una instalación básica de la cual ya se podría sacar rendimiento seria a partir de 1.5 kWp.
Aplicando la IBT 40 por ser una instalación asistida por la red no hace falta pedir punto de conexión, pudiéndose legalizar.

Con el autoconsumo, es posible reducir los consumos de aire acondicionado en verano y en invierno, y de igual manera para la aerotermia, la alternativa a la energía solar térmica.
Con la aerotermia podemos conseguir aire acondicionado, calefacción y agua caliente sanitaria y todo con electricidad, con la posibilidad de conseguir consumo 0 kWh o casi 0 kWh en modalidad autoconsumo.

El autoconsumo. Esta capacidad de generar electricidad allí donde se requiere, que tiene la energía solar fotovoltaica, está generando una expectación que recuerda tiempos pasados en nuestro sector.

Y es así que los últimos decretos, a pesar de las ambigüedades, dejan de forma clara tres posibilidades a los sistemas fotovoltaicos:

             • Instalaciones aisladas de la red.
             • Instalaciones asistidas por la red.
             • Instalaciones interconectadas a la red.

Bajo cualquiera de estas tres modalidades cualquier usuario puede obtener su energía procedente de un sistema fotovoltaico.

Probablemente de la tipología que más se habla en la actualidad es de las instalaciones interconectadas a la red con la finalidad de autoconsumir la mayor parte o la totalidad de la producción solar en el propio edificio que alberga la instalación.

Es el llamado autoconsumo instantáneo.

Consiste en consumir, mientras haya sol, el campo fotovoltaico, que a su vez producirá electricidad que debemos aprovechar para hacer funcionar las lavadoras, secadoras, lavavajillas e incluso acumular agua caliente si tenemos termo eléctrico o aerotermia para ACS.

En este tipo de instalaciones, durante el día, la producción cubre los consumos de la vivienda y la energía excedentaria la guardaremos en baterías o en acumuladores de agua caliente. Otra forma de almacenar energía bien para calefacción o agua caliente sanitaria. Es importante conocer los consumos de la vivienda nocturnos y diurnos y tener receptores muy eficientes, para ello se efectúan mediciones para asegurar un correcto dimensionamiento de las baterías. En el caso de que se tenga un consumo superior a la generación fotovoltaica o que la acumulación prevista sea insuficiente, cubrirá esta carencia un grupo electrógeno. Con este tipo de instalaciones, reduciremos nuestro gasto eléctrico drásticamente. Otra posibilidad, sería combinar una instalación autónoma con la instalación convencional que ya disponemos, reduciendo considerablemente los fijos de electricidad (termino de potencia) que nos imponen las compañías. Las instalaciones autónomas se pueden legalizar según el RBTE.

Este tipo de instalaciones están pensadas para instalaciones temporales de fines de semana o temporadas cortas, en consumos que están muy controlados y son siempre los mismos, y donde se prevé una autonomía mínima de tres días.